¿Sabías que el miedo a hablar en público es uno de los problemas más comunes que existen en nuestra sociedad? También se conoce como glosofobia y las personas que lo padecen sufren de sudoración, bajones de tensión, dolores de estómago, náuseas o ritmo cardíaco elevado.
Aunque a priori pueda parecer una tarea sencilla, enfrentarse a un grupo de individuos es una experiencia bastante incómoda para la mayoría de nosotros. Tanto, que expertos aseguran que un 75% de las personas que hablan en público sienten nervios, miedo al ridículo o sufren algún síntoma de ansiedad.
El problema radica en que no hemos recibido una formación adecuada en oratoria y comunicación desde pequeños y hoy en día el dominio de estas habilidades son clave para el éxito profesional y académico.
Cómo superar este miedo
Te ofrecemos estos diez consejos para que te cueste menos hablar en público:
- Ensaya y practica tu discurso. Una vez tengas preparado/a el tema practica el discurso todas las veces que te hagan falta. ¡Ganarás seguridad!
- Haz tuyo el tema. Conócelo muy bien y llévatelo a tu terreno. Es decir, entiéndelo bien y explícalo con tus palabras. ¡Cuanto más cómodo/a estés, menos nervioso/a te pondrás!
- Conoce a tu audiencia. No es lo mismo hablar ante un grupo de adultos expertos en la materia que dirigirse a un público que no sabe nada u otro en el que los niños son los protagonistas. ¡Tenlo en cuenta!
- Hazte un esquema. Planifica la información que quieres presentar anotando los puntos más importantes en un papel y en el orden de tu exposición. ¡Te ayudará a seguir el hilo en el caso de que te pierdas!
- Encuentra un tono adecuado. Para que la presentación sea lo más amena posible, intenta alcanzar un tono de voz alto, profundo y con cambios de ritmo. ¡Conseguirás persuadir a tu público!
- Aporta calma. El reto no es contarlo rápido y cuanto antes te lo quites mejor. Todo lo contrario. Haz las pausas que necesites y respira hondo. ¡Lo importante es que se te entienda!
- Utiliza lenguaje corporal. Hablar con el cuerpo (levantar las manos, los bazos, caminar, etc.) también es importante, pues transmite ideas, sentimientos y dinamismo a los oyentes.
- Sé breve. La duración adecuada suele ser, como máximo, de 12 a 15 minutos.
- Ten confianza. La clave es ser uno mismo. Si tratas de ser distinto o poco natural, probablemente no vas a persuadir a nadie. Pero si la información que pretendes transmitir te despierta un verdadero interés, también lo despertará en los demás.
- Pase lo que pase sonríe. Una expresión que transmite que todo va bien …. aunque los nervios estén por dentro. Así que mantenlos ahí y que no se refleje en el exterior.
Respira hondo y … ¡a por todas!