Esta semana se publicaba en los periódicos que la emigración de jóvenes españoles ha crecido un 41%, empujados por la falta de perspectivas laborales en nuestro país. Salir de España es solo una de las respuestas a la pregunta “¿qué hacer?”: ¿Estudiar un posgrado? ¿Seguir buscando un trabajo en España? ¿Emprender?
La clave está en conocerse a uno mismo: saber qué somos capaces de hacer, qué nos gusta hacer y qué queremos hacer. Así lo cree Sergio Hinchado, Manager de Life Sciences de Hay. Según Hinchado, los jóvenes tienen que pensar muy bien acerca de quiénes son y qué esperan lograr en el futuro, entender qué les mueve. Muchas de las carreras profesionales fracasadas parten de una falta de respuesta a esta cuestión (o de una mala respuesta).

Foto de Phil Withehouse
Ante la cantidad de curriculums con los que se compite cuando nos postulamos para una oferta de trabajo (probablemente todos similares a nivel de estudios y experiencia); la única manera de diferenciarnos es mediante las capacidades y aptitudes personales y las habilidades profesionales de cada uno. Así lo cree Marco Antonio Fernández, Director General de CICE. De ahí la importancia de conocernos bien y centrarnos en mejorar solo aquellas cualidades específicas del campo en el que realmente estamos interesados, y en el que nos queremos desarrollar.
Aptitudes muy valoradas por los cazatalentos, independientemente de la actividad de que se trate, son la flexibilidad, la disponibilidad, la orientación a resultados o la tolerancia a la frustración. Imprescindible también es el conocimiento de idiomas, “puede que en un futuro se pueda trabajar sin un posgrado, pero difícilmente sin un segundo idioma”, afirma según Sergio Hinchado.
Por último, todos los expertos coinciden en que la especialización es esencial. Las empresas buscan personas capaces de resolver problemas, importando cada vez menos el dónde o el cómo hayan adquirido los conocimientos para lograrlo.
Leído en CincoDías.com