Seguramente ya sabes que PYME es el acrónimo de Pequeña y Mediana Empresa. Pero lo que igual no tienes tan claro es que cada país tiene su propia definición. En nuestro caso, en España, se entiende por PYME la empresa que cuenta con menos de 250 trabajadores, y tiene una cultura, intereses y un espíritu emprendedor muy concreto.

Las pequeñas y medianas empresas representan más del 95% de las compañías totales existentes en España, por lo que podemos decir que son el motor de nuestra economía.

Pero a lo que vamos, ¿qué aprendizaje podemos sacar de ellas? Generalmente son empresas jóvenes, familiares, se dedican al sector terciario y tienen un funcionamiento muy distinto al de las grandes empresas. Trabajar en una pequeña firma te enseñará a obtener habilidades y conocimientos en múltiples disciplinas que te enumeramos a continuación.

  • El espíritu emprendedor

Trabajar en una pequeña empresa te obliga a innovar, desarrollar nuevas ideas en tu negocio y diferenciarte del resto para dar respuesta a los cambios y las nuevas necesidades que plantea la sociedad en la que te mueves día a día. Tienes que ser capaz de demostrar al mundo que con poco dinero puedes mejorar la vida de las personas. ¡No olvides que alguien con mucha hambre inventó la rueda!

  • El pensamiento crítico

Es la habilidad para pensar con claridad, precisión y de manera independiente. Te ayuda a procesar toda la información y así poder tomar decisiones con fundamento. Imprescindible en una pequeña y mediana empresa.

  • Trabajar en equipo

Todas las personas que trabajan en la misma empresa son partícipes de los avances de ella. Por eso, cuando se cometan errores, eres tú junto con tus compañeros, el que tiene que tomar la iniciativa y buscar las soluciones adecuadas para resolver el conflicto.

  • Coraje y riesgo

Este punto tiene que ver con el anterior. Seguramente que todas las decisiones que tomes tendrán un riesgo. Para bien o para mal una pyme te enseña a no tener miedo a cometer errores y a afrontar los fracasos de una manera muy positiva. Y es que ya se sabe: “de los errores siempre se aprende”.