MADRID, 3 de julio de 2012.-

 

La intención de ahorrar de los europeos en 2012 aumenta dos puntos sobre 2011, pasando del 31% al 33% el número de ciudadanos que reducirán su gasto. El 61% de los españoles, y el 52% de los europeos, afirman haber reducido sus gastos en los últimos doce meses. Los sectores en los que más han recortado las familias son el textil, el de ocio/viajes y el de alimentación; por el contrario, la sanidad y la educación siguen siendo sectores prioritarios. Los europeos suspenden a sus países con una nota de 3,8 sobre 10.

 

En su nueva edición, El Observatorio Cetelem Europeo del Consumo 2012 pone especial atención a las clases medias europeas, motor de todas las economías. Las encuestas se han adaptado a muestras que representan la población nacional (a partir de 18 años) en doce países del continente: Alemania, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía, Reino Unido y Rusia. En total se han hecho más de 6.500 encuestas en muestras de, como mínimo, 500 personas por país.

 

Las conclusiones de este informe sobre hábitos de compra y tendencias de consumo muestran un bajo estado de ánimo entre los ciudadanos europeos: sólo el 37% de ellos considera que su situación financiera ha mejorado en la última década. La crisis económica no ha sido compasiva, y las clases medias todavía se resienten de sus efectos, aunque también demuestran una gran capacidad de adaptación. Éstas no han dudado en revisar y reajustar sus prioridades de cara a asegurar su futuro y el de sus hijos.

 

Con este contexto macroeconómico tan incierto e imprevisible, las clases medias europeas se están viendo obligadas a ser prudentes. Así, gestionan mejor sus gastos, ahorran más e invierten en el futuro de sus hijos. Los últimos cinco años reflejan, además, una bajada del poder adquisitivo en los países del oeste europeo y limitaciones presupuestarias cada vez mayores (vivienda, sanidad, educación, etc). Esto supone una reducción del presupuesto destinado a compras más cotidianas como la alimentación, el carburante o la ropa.

 

No obstante, aunque la situación financiera sea particularmente difícil, la percepción de los europeos en el plano material sigue siendo positiva. Creen que han ascendido en la escala social y que ello ha permitido que sus hijos tengan acceso a condiciones de vida mejores que las de sus padres  (en vivienda, ocio, cultura, vacaciones…) Sin embargo, piensan que ellos van a ser la última generación que mejore la de sus progenitores.

 

En Europa del Este confían en seguir aumentando su nivel de vida, mientras que los ciudadanos de los países más occidentales se conforman con mantenerlo. Las claves de la pertenencia a la clase media ya no son poseer un automóvil o una vivienda, sino la capacidad de asegurar la sanidad, la jubilación y el futuro de los hijos. Solo Alemania destaca del resto de países encuestados; estos prevén un buen futuro para el país, con aumento de los ingresos medios de los ciudadanos derivados del trabajo y reducción de sus gastos.

 

Los análisis y previsiones del Observatorio Cetelem 2012 se llevaron a cabo en diciembre de 2011, en colaboración con la sociedad de estudios y consultoría BIPE, en base a una encuesta barométrica de campo realizada en noviembre/diciembre de 2011 por TNS Sofres. Por motivos de coherencia entre países, y con el fin de ser lo más fieles posible a la realidad y así permitir comparaciones internacionales, la muestra del estudio se ha realizado en el 60% de la población europea que se encuentra entre el 20% más pobre y el 20% más rico.